viernes, 19 de diciembre de 2008

La Borrachera

La poesía tiene que andar derechita
y no estarse enredando como suele
en fanfarrias, chimuchinas y menjunjes,
tiene que ir de frente y no de lado,
y escribirse con la sangre que sale fresquita de la ahorta
sin pasar por la cabeza,
que todo lo enfría, lo tuerce y maquilla.

Nada de andar caracoleando la palabra por ahí
ni escondiéndola para que parezca sabia,
porque la poesía es un vómito existencial,
y habla de la muerte que acogota,
de la vida que acertija,
y del amor que revuelve las tripas.

La poesía es vida que se muestra
como siempre ésta ha sido:
azarosa, espontánea, intrigante, ridícula.
Es discurso de borracho,
borracho que anda uno
de tanto estar metido en su piel.