miércoles, 7 de noviembre de 2007

La Mida me Vata

Definamos filosofìa como aquel estudio (formal o no) de los misterios del mundo y la vida. Luego, nos damos cuanta de que la filosofìa gusta en esconderse.

Se oculta detrás de las obligaciones, de los placeres, de las sutiles distracciones que cuando nos sueltan, siempre son reemplazadas por otras. A la larga, tanto llega a ocultarsenos la filosofìa, que terminamos creyendo que no hay grandes misterios en el mundo ni la vida. Tan sólo hay relaciones con otra gente, y dinero, y obligaciones, vacaciones, televisión, música, desengaños y política.

Pero el misterio sí tiene una oprtunidad para renacer, aún en la mente distraída de una modelo de farándula. Ese renacer, ese mostrarse es la muerte. No hay más que esperar que muera algún ser querido para que el edificio de nuestras ilusiones caiga estrepitósamente. Ya que la muerte no se explica ni se entiende. Pensar en ella es sumirse en un pozo profundo que aprieta el pecho. Pensar el misterio de la muerte es, a fin de cuentas, pensar el misterio de la vida misma. Así, nos vamos dando cuenta de lo extraño que es que un brazo se mueva bajo mis órdenes, de lo increible que es tener pensamientos, de lo esquizofrénico de ser un "yo".

Pensar la muerte es, a la larga, pensar la vida, el mundo, la divinidad. Y con ello lo ilusorio de relaciones con otra gente, y dinero, y obligaciones, vacaciones, televisión, música, desengaños y política. Por eso, y para que dichas ilusiones vean a lo menos un norte, bienvenida sea la muerte, quiero emborracharme de tí.

1 comentario:

Felipe Cáceres dijo...

La dislexia, es conocida como el trastorno a la lectura que imposibilita su realización correcta y se define, como la discrepancia entre el potencial de aprendizaje y el nivel de rendimiento de un sujeto.
LA MIDA ME VATA