martes, 24 de junio de 2008

Esto que me gusta

He tomado una desición radical. Me gusta la filosofía, no hay nada que hacerle, y lo peor es que me creo bueno para ella. Así, voy a hablar de filosofía sin contemplaciones, aunque los potenciales lectores se vayan alejando. Pero antes de eso... lean un poco lo que escribo. Mi visión de la filosofía es la de algo volcado al misterio de la vida... que interroga ahí donde otros simplemente dan vuelta la cabeza. Además, creo que la filosofía es algo tremendamente sencillo y accesible, no es tan complicado como algunos creen, salvo que quienes la escriben, quieran hacerla complicada. Esa no es mi idea... por eso, voy a presentar mis ideas filosóficas sin miedos. De paso alguien se entusiasma y entiende por qué me gusta esto que me gusta.
Lo primero es un ensayo que escribí para un ramo, es un poco largo quero no tanto... toma 10 minutos a lo más leerlo y da que pensar. Así que bueno, espero que lo lean, y ojalá les guste, aunque lo principal es que lo lean:


¿ES LA FILOSOFÍA ALGO MÁS QUE UNA DISCIPLINA ACADÉMICA'

Introducción

Hay preguntas que, a quienes nos dedicamos a la filosofía, nos incomodan de sobremanera, y ellas no son las que generalmente formulan los filósofos. Una de éstas es sencillamente ¿Qué es la filosofía? La otra es ¿Para qué sirve la filosofía? En lo que sigue me volcaré hacia las preguntas señaladas intentando dar, aunque sea, un pequeño atisbo de respuesta. Una vez hechas tales reflexiones, estaré en buen pie para centrarme en la pregunta que le da el título a este ensayo.

Pero antes de continuar, es necesario hacer una distinción que es fundamental para lo que sigue: diferencio “preguntas filosóficas” de “filosofía”. Respecto a las primeras, digo que no se enmarcan dentro de una disciplina o ciencia particular, sino que la trascienden y se preguntan las cosas en general. Por ejemplo la pregunta ¿cuánto es 2+2? es una pregunta propia de la matemática; pero la pregunta ¿qué es el número? es ya una pregunta filosófica porque su respuesta no puede darla un matemático en cuanto matemático[1], esto debido a que tal asunto no es ya un asunto matemático. Respecto a “filosofía” la distinguimos de “preguntas filosóficas” en que ésta es una forma –no la única- de abordar las preguntas señaladas. En ese sentido la filosofía se aparta de toda otra actividad: “La Filosofía entonces toma el carácter de una cierta disciplina de “segundo orden”, la cual, en algún sentido, puede referir a las actividades de “primer orden” de científicos, artistas, teólogos, matemáticos, historiadores, psicólogos, lingüistas y otros.” (Rosenberg, p.4)[2].

Digo también, que no sólo la filosofía es de segundo orden, sino que también las preguntas filosóficas son preguntas de segundo orden, siendo de primer orden las preguntas propias de las disciplinas particulares.

¿Qué es la filosofía?

Ésta vieja pregunta guarda un truco que la hace muy difícil de abordar. El problema radica en que la pregunta por la filosofía es aún más general que las preguntas de segundo orden. En consecuencia, al preguntarnos ¿qué es la filosofía? Necesitamos elevarnos por sobre las preguntas filosóficas, a una pregunta metafilosófica (Cf, Rosenberg, p4) la cual podríamos llamar impropiamente de tercer orden. Por lo mismo, se hace difícil encontrar una respuesta adecuada a la pregunta, por la sencilla razón de que para dar cuenta de ella, debiésemos observarla desde una disciplina más general que la filosofía misma, pero en realidad no existe tal cosa. Por lo mismo señala Heidegger: “la filosofía no puede definirse con respecto a otra cosa (…) sino que la filosofía ha de determinarse o definirse desde sí misma” (Heidegger, p.31)

Esto hace difícil responder la pregunta, porque para ello debemos ya estar haciendo filosofía, y para hacer filosofía debemos haber tomado posición respecto a la pregunta. Por ello dice de forma tan críptica Heidegger que “filosofía es filosofar y nada más” (p.25). Entiendo esta frase en el sentido de que para responder la pregunta por la filosofía, debemos buscar fenomenológicamente en el acto mismo de filosofar.

Por ello la pregunta se torna ahora en ¿qué es aquello de filosofar? Ya se ha dicho algo importante con anterioridad: la filosofía es una disciplina que intenta responder preguntas de segundo orden. Pero he señalado que la filosofía no está sola en este afán, entonces ¿Qué tiene de particular la respuesta de la filosofía a las preguntas de segundo orden? ¿En que se diferencia ella de las otras formas de respuesta? Intentaré responder desde un ejemplo:

Galileo pensaba que la naturaleza estaba escrita en caracteres matemáticos (Cf. Sábato p.365) Ésta idea, de raigambre pitagórica y platónica[3] es por cierto una respuesta a una pregunta de segundo orden, a la cual ha respondido la filosofía[4]. Sin embargo, de esa respuesta particular se cuelga toda la ciencia moderna y aquello es patente sobretodo en Newton y Einstein. Por lo tanto podemos decir que la ciencia toma la respuesta pitagórico-platónica del problema como un axioma que le permite avanzar en su propia tarea. Así, no es que la ciencia no se haga preguntas de segundo orden, sino que se apresura a responderlas de forma intuitiva, y en ocasiones también, toma derechamente las respuestas que han dado los filósofos. Otro ejemplo podría ser el de la teología, que ante la pregunta ¿Cuál es el origen del mundo? Rápidamente responde, basada en la fe: “ha sido creado por Dios” y toma esta afirmación como axioma.

Así, lo que distingue propiamente el filosofar de el hacer ciencia, teología o teoría política, es que en lugar de pasar rápidamente (y a veces sin notarlo) de las preguntas de segundo orden a alguna respuesta a las mismas, la filosofía prefiere quedarse en la pregunta, observarla minuciosamente, cuestionar incluso si tenemos derecho a preguntárnosla[5], sopesarla con tranquilidad, y en fin, soñar con alguna vez llegar a un conocimiento cierto, sólido y absoluto respecto a ella.

¿Para qué sirve la filosofía?

Creo que la respuesta a esta pregunta debiese ser: “para nada, y para todo”. Pues en un sentido la filosofía, ya desde sus comienzos, se declara como el amor a la sabiduría, un bien en sí mismo, un conocimiento que sólo se busca por buscarlo, y una respuesta a aquello de Aristóteles: “Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber”(Aristóteles, p.10) .

Pero por otra parte, el conocimiento filosófico, por muy dudoso que sea, actúa como axioma de descubrimientos y teorías en la ciencia, la política, la teología, el derecho, y quizás incluso en el arte y la literatura. He de servirme aquí del concepto de paradigma en Thomas Kuhn, que si bien es aplicado por éste sólo a la ciencia, pienso que puede hacerse extensible a otras disciplinas sin desmedro del mismo, ni de la filosofía. Un paradigma es: “una red de compromisos teóricos, metodológicos, tecnológicos, cuasimetafísicos y relacionados con el sentido mismo de la ciencia[6]”. (Flores, p.2).

Lo que hace científico, o el teólogo, o el cientista político es entonces aceptar como axiomas ciertas conclusiones a las que han llegado los filósofos. Tales axiomas (junto a otros factores) vienen a formar esa “red de compromisos” de la que habla Kuhn. Buscando un ejemplo alejado de la ciencia podemos pensar en Marx. En él, se ha tomado como axioma la estructura hegeliana de las ideas, y ésta se ha aplicado a la historia. La movida es evidentemente filosófica, pero las consecuencias la trascienden sobradamente. Cómo se ve, en ocasiones quien genera axiomas filosóficos puede ser la misma persona que luego los pone en juego en ámbitos específicos.

Ahora bien ¿Cómo se articulan, ese uso instrumental, y el uso en sí mismo de la filosofía? Veamos un ejemplo: Cuando Bohr describe la estructura del átomo, está pensando en encontrar la verdad respecto al átomo. No está en su mente la energía nuclear ni la bomba atómica, él está solo buscando la verdad en sí misma. Con posterioridad, Heisenberg descubre que el modelo de Bohr permite el aprovechamiento de la energía atómica, pero eso es una consecuencia ulterior, no querida ni pensada por Bohr cuando crea su modelo.

Lo mismo ocurre con la filosofía y el uso posterior de sus conclusiones. El filósofo busca una verdad en sí y porque sí, acorde con la primera frase de la Metafísica de Aristóteles. Pero el científico, o el político o quien sea, hace un uso un axiomático de la conclusión del filósofo sacando consecuencias insospechadas de su trabajo. Esta estructura es bastante común, puesto que al tratar la filosofía de asuntos generales, sus conclusiones son aplicables a una infinidad de usos.

Conclusión

Aquella utopía socrática de llevar la filosofía a la plaza pública no me parece más que eso: una utopía. El lugar de la filosofía es el aula, porque a la mayoría las personas, les asusta o no les interesa pensar con profundidad problemas de segundo orden. Prefieren en cambio saltarse las preguntas para pasar directamente a las respuestas, en la forma de axiomas filosóficos que a veces han trascendido a la cultura[7], o en las contestaciones dadas por la religión, o por la sabiduría popular o sentido común.

Así, los problemas filosóficos no son un asunto sólo de academia, sino que todos los hombres han de convivir y relacionarse con ellos en la vida misma, que los requiere para estructurarse[8]. Sin embargo, el filosofar, y con esto quiero decir el detenerse con profundidad y sentido crítico en los problemas filosóficos, es algo que sólo acontece en la academia, a quienes toman la extraña decisión de hacer filosofía..

Ahora bien, ese trabajo de la academia busca sólo la verdad en y por sí misma, nada más y nada menos. Y las discusiones que en ese contexto se generen, en la gran mayoría de los casos no tendrán repercusión alguna en el mundo fuera de ella. Pero en algunas ocasiones, los dudosos conocimientos de los filósofos pasan a la cultura por personas que los aplican para fines originalmente insospechados. Así ocurre en el ejemplo de Hegel y el marxismo. De esa manera, lo inútil se vuelve útil y la filosofía, aunque ya no en su forma pura, abandona su hábitat natural. Allí pasa a formar parte del ciclo de los axiomas y los paradigmas que ya hemos descrito. Es por esto que a fin de cuentas, en la filosofía y en la vida misma, nadie sabe para quien trabaja.


Bibliografía

  • SÁBATO, Ernesto “Poderío e Impotencia en Einstein” en “Revista Atenea” Año 32, vol. 121, nº 360; Concepción, Chile. Junio de 1955; pag. 361 a 369.
  • HEIDEGGER, Martin “Introducción a la Filosofía”; Madrid, Cátedra 1999.
  • ROSENBERG, Jay F. “The practice of philosophy : a handbook for beginners” ; Upper Saddle River, Prentice Hall, c1996.
  • KUHN, Thomas S. “La estructura de las revoluciones científicas” ; México, Fondo de Cultura Económica, c1971.
  • ARISTÓTELES, “Metafísica” Madrid : Espasa-Calpe, c1943.
  • FLORES, LUIS, Thomas S. Kuhn: De la ciencia normal a la revolución científica.


[1] Sí podrá darla el matemático pero en cuanto “filósofo de las matemáticas”, como lo hace por ejemplo Frege.

[2] Traducción propia del original: Philosophy thus takes on the character of a sort of “second-order” discipline, one wich, in some sense, can be about the “first order” activities of scientists, artists, theologians, mathematicians, historians, psycologists, jurists, linguists and their many colleagues

[3] Ver Platón, “Timeo”.

[4] Pregunta que podríamos caracterizar como ¿De qué forma se encuentra ordenado el mundo? La cual es central en los presocráticos y refiere al concepto de argé.

[5] Esto es justamente lo que hace Kant en la “Crítica de la Razón Pura” Analizar críticamente si nuestra razón está en posición de hacerse preguntas de segundo orden.

[7] Por ejemplo, la mayoría de las personas asume la idea de Platón de que el alma está separada del cuerpo. ¿Se desarrolló la cultura a partir de esta idea? ¿O la cultura ya la pensaba antes que Platón y él solo la recogió? Creo que no hay respuesta posible.

[8] Pensemos por ejemplo en problemas éticos. Ellos, siendo de segundo orden, están presentes en todas las decisiones de la vida, pues no podemos simplemente “suspender el juicio”.

1 comentario:

Macuca dijo...

filosofofo con ganas de ganar pantalla talla






y $ 800.000?
baacanosooosososo