martes, 19 de agosto de 2008

Apología de un lugar común

Quizás nadie sea capaz de remontarse lo suficiente en la historia de la larga y estrecha faja de tierra, para determinar en que momento surge desde las raíces de nuestra cultura, la frase cuya defensa pretendo en esta ocasión emprender. Se trata de la característica sentencia “así es la cosa”, surgida quizás tras la borrachera experimentada por un huaso de entre Tongoy y Los Vilos, luego de beber litros de algo entre chicha y limonada.

Tras un análisis somero de la causa a afrontar, no sería extraño que la mayoría de la gente considerase que el defender una frase como ésta, es una actitud quijotesca que se encuentra destinada de antemano a un estrepitoso fracaso. Y la verdad es que nadie podría culpar a quienes así han de pensar, porque al analizar apresuradamente al acusado, surge de inmediato la sensación de que estamos frente a un monumento al derroche del aire pulmonar y la vibración de las cuerdas vocales. Pero no debemos inquietarnos, porque de los precipitados es el mundo de la ignorancia ignorada, y sólo quienes caminan lento pueden ver el paisaje a su alrededor.

Quien mirando al horizonte afirma “así es la cosa”, está diciendo de todo menos una irrelevancia. “Así” es en este caso el adjetivo, lo que se pretende caracterizar de “la cosa”. Pero este adjetivo posee la particularidad de no ser en sí mismo una característica distintiva. Es más bien un vehículo, un índice erguido que señala una entidad fuera de sí misma, entidad que a su vez posee una característica específica que pretendemos rescatar. Pero la verdad es que cuando aplicamos la sentencia en cuestión no estamos apuntando a un algo determinado, ni mucho menos a una característica específica de aquello. Por eso podríamos decir que “así”, se dirige a la generalidad de todas las cosas. No sería impropio afirmar en consecuencia, que al referirse a la generalidad de las cosas, “así” estaría remitiendo en realidad a “todo”. ¿Pero cuál es la característica especial que se pretende rescatar en “todo”? La verdad es que la única característica que se podría destacar es a su vez la única que posee: su “todismo”. Podríamos señalar en consecuencia que “así” se esta refiriendo al “todo de todo”, que en realidad puede llamarse simplemente “todo”.

Sobre la segunda palabra de la frase, vale decir “es”, no nos detendremos mayormente. Y no porque no haya nada que decir, sino justamente por lo contrario, porque tras 2500 años de desarrollo de la filosofía aún no ha logrado la humanidad ponerse de acuerdo sobre lo que el aludido verbo “ser” en verdad significa.

Finalmente llegamos a “la cosa”. Como todo el mundo sabe la palabra “cosa” es indeterminada, vale decir se puede aplicar a cualquier ente. Pero a diferencia de “todo”, lo que caracteriza a “cosa” (y el artículo “la” que se sitúa con anterioridad no hace más que confirmar este sentido), es que se refiere a un ente en particular[i]. En consecuencia no sería errado afirmar que mediante “la cosa”, se está queriendo decir “uno”, que es la particularidad por excelencia, y refiere a un ente cualquiera pero de forma individual.

Tras el análisis recientemente expuesto podemos concluir que el verdadero sentido de la frase en custión es el siguiente:

ASÍ ES LA COSA = TODO ES UNO

El concepto en el que se ha desembocado no tiene nada de banal. Acuñado por Heráclto εν παντα (gen panta o “todo es uno” en español), implica la unión de todas las cosas en el ser, asunto no menor que desde hace mucho viene siendo discutido entre las mentes más destacadas de la historia de occidente. Hemos demostrado con esto, la enorme sabiduría de taxistas, compañeros del transporte público y otros personajes cuyos comentarios hemos a veces, por ignorancia, mirado en menos.



[i] Heidegger se refiere a esto como “diferencia ontológica entre el Ser y el ente”, aunque desde Sócrates en adelante el fenómeno ya había sido largamente estudiado.

lunes, 18 de agosto de 2008

Plagio


He aquí un chiste robado del blog de Alberto Montt http://www.dosisdiarias.com/
A mi gusto, un sucesor de Quino notable.

Ideas para mejorar Chile y el mundo

Cada cierto tiempo se me ocurren cosas que podrían ser útiles para mejorar el mundo. Inventos, leyes, políticas públicas, voladas varias. Antes que se me olviden, he decidido escribir unas cuantas, por lo menos, de las que me acuerdo por el momento.


  • Subvención de los usuarios para energía limpia: La energía limpia es cara, eso todos lo sabemos. Se calcula que en Chile el precio de un Kilowatt hecho con energía Hidroeléctrica es el doble del que se hace con eólica. Por eso se me ocurrió que la energía limpia puede ser pagada por sus propios usuarios. Así es, en vez de poner una turbina eólica en la casa, uno podría elegir entre pagar cuenta de luz normal, o cuenta de luz limpia, la cual sería más cara pero ayudaría al desarrollo de este tipo de energías. Eso no garantiza que la ampolleta de mi casa se prende con energía solar, porque toda la energía, sucia o limpia, se mezcla en el sistema interconectado central; pero por lo menos me aseguro que que el sobreprecio que pago va dirigido a financiar este tipo de fuentes de energía.
  • Pague por el humo que echa su auto: Lo primero sería eliminar los permisos de circulación. A cambio se instauraría un sistema que consiste en lo siguiente: se hace una medición de los gases que elimina un auto por cada kilómetro que avance, luego se le asigna un valor a cada kilo, o litro, o alguna medida correspondiente, de los gases expulsados. Por último, a la hora de pagar permisos de circulanción se mide: gases por kilómetro multuplicado por kilómetros avanzados en el año, igual, tal cantidad de gases, que equivalen a tanta plata. De esa forma, quien quiera irse todos los días a la pega en su hummer, hágalo, pero páguele un millón al estado por todo lo que contaminó en el año. Por supuesto que se hacen ciertas excepciones que habría que estudiar: camiones de transporte, buses, utilitarios de empresas, vehículos agrícolas, etc.
  • Acumulación de energía, no de electricidad: El problema de las energías limpias es que no son continuas, la eólica funciona solo cuando hay viento, la solar cuando hay sol, etc. En este momento existen baterías para acumular esa energía, pero no son una solución limpia: son altamente ineficientes y contaminantes. Por lo tanto, creo que sería bueno acumular la energía, no la electricidad: por ejemplo bombeando agua a una laguna en un cerro mientras hay energía solar (agua que después se usa como hidroeléctrica) Puede ser poco eficiente pero no contamina. El único problema es que leí hace poco sobre este tema, y a alguien ya se le había ocurrido comprimir aire para acumular la energía, pero los resultados no eran muy eficientes. Por lo menos lo intenté.
  • El tren que no para: esta idea no es propiamente mía, es de mi subconciente ya que soñé que esto existía. Se trata de un tren que no necesita parar para recoger o dejar pasajeros. Para ello opera de la siguiente manera: 15 kilómetros antes de llegar a la estación, se le solicita a todos los pasajeros que quieran bajarse, que se desplacen al último vagón. Luego, 5 kilómetros antes el último vagón de desprende del resto del tren, y se mete por un desvío que va a la estación. El tren sigue andando y el vagón de pasajeros llega a la estación dodne la gente se baja. Quienes quieren subir al tren, se subieron en la estación -poco antes- a otro vagón que puede andar, y corre paralelo al tren, hasta que se mete a su misma linea, lo alcanza y se engancha al tren. Los pasajeros, se mueven en el tren hasta sus asientos, que quedan más adelante, y en la estación siguiente el carro de atrás vuelve a soltarse con nuevos pasajeros.
  • Solución al prolema del precio excesivo del petróleo: El gobierno debiera terminar con el específico a los combustibles, y toda la plata que gasta en el fondo de estabilización de los combustibles debe ser bien invertida en bonos de bencina para: camiones, buses urbanos e interurbanos. El resto de los mortales, sin subvención.
  • Más parques: por cada metro cuadrado de superficie del país destinada a un Mall, el empresario debiese ser obligado a construir medio metro de parques para la ciudad. Debe considerarse como impuesto a una externalidad negativa.
  • Restaurant carretero: no se si decir esta, alguien me la va a robar. Es una lata esperar mucho rato en un restaurant cuando uno va viajando. Es una lata comer completos en la copec. La solución: Cuando uno va en San Fernando hay un cartel que dice el número del restaurant. Uno llama y pide lo que quiera. En Curicó pasa a comer y el almuerzo ya está servido. Rápidoo pero rico.
  • Hay más ideas por ahí que no me acuerdo, cuando me acuerde las publico.

martes, 5 de agosto de 2008

El mensaje

Jean-Baptiste Guellisse, psisquiatra francés, estudió en 1931 el caso de un argelino que se encontraba internado en Marsella, aquejado de una extraña enfermedad mental que no se pudo especificar con precisión. Tras la muerte del paciente en circunstancias desconocidas, el médico descubrió un manuscrito elaborado por el argelino durante su internación. Luego de estudiarlo, le pareció que poseía gran interés literario, razón por la cual lo archivó. Años después en París, conversaba con un colega inglés llamado William Arthurs, cuando éste le relató que estando en Bombay había llegado a sus manos -en circunstancias similares a lo acontecido en Marsella- un manuscrito que según lo conversado guardaba curiosa similitud con el del argelino. Intrigado, el médico francés le pidió a su colega que se lo facilitara, y tras un estudio acucioso pudo determinar que aunque en diferente lengua, ambos manuscritos eran idénticos. Excitado, Guellisse llamó por teléfono a Arthurs para contarle de su descubrimiento, pero mientras se lo comunicaba la muerte le aquejó de manera no esclarecida. Sabiendo de lo ocurrido, Arthurs partió a Marsella, aunque jamás llegaría a destino pues su avión cayó en las cercanías de Toulousse. Quien sí llegaría, aunque semanas después, sería su esposa que enterada de la naturaleza de los manuscritos acudió hasta el despacho del francés, que para su sorpresa se encontraba completamente quemado. Margaret Arthurs buscó con desesperación entre las cenizas, hasta que finalmente pudo encontrar una sola hoja que se salvó de las llamas y que a continuación se transcribe:

... anterior me he visto en la necesidad, mediante éste medio, de realizar una serie de desmentidos con el fin de terminar con dichas especulaciones y lograr que la libertad sea al fin recuperada.

El mayor impedimento para que ustedes puedan gozar de su libertad, es la creencia antaño arraigada en casi todas las culturas y principalmente en las monoteístas, de que tras la muerte vendría otra vida que ha sido definida como eterna. Aunque puedo entender las razones antropológicas de que tal superstición se haya incrustado tanto en vuestras conciencias, para acercarlos a la verdad debo plantearles la siguiente interrogante: ¿Alguno de ustedes es capaz de recordar su existencia antes de su nacimiento o incluso antes de su gestación? Dado que como esperaba, nadie es capaz de responder afirmativamente, sólo queda concluir que antes de aquello ninguno de ustedes existía. Si algo no existe y de pronto entra a la existencia, lógico sería pensar que en algún momento se salga de ella, porque lo eterno es lo que es, ha sido y será siempre, y lo corruptible comienza a existir en algún momento para dejar de existir en otro. Alguien podría argumentar a éste respecto, que sí existía antes de su propio nacimiento, pero que no tenía conciencia de aquello. Si efectivamente así fuese, sería dado pensar que tras su muerte ustedes tampoco tendrán conciencia de que siguen existiendo, con lo cual a pesar de tener una vida eterna, no tendrían la menor idea de aquello, lo cual lo hace irrelevante y lo asimila a una muerte absoluta.

Ante la evidencia de lo señalado, que afirmo con conocimiento de causa dada mi naturaleza, sólo puedo llamarlos a aprovechar el escaso tiempo que sobre la tierra les ha sido dado. Si aún así hay algunos de ustedes que siguen aferrados a sus creencias, por mi parte no hay problema, pero estén concientes de que cada segundo que pierden acumulando puntos a favor para un eventual juicio divino, es tiempo perdido que no volverá y que en definitiva está coartando su libertad, que es junto con la vida misma, su mayor regalo.

Estoy al tanto de que el conocimiento de los asuntos aquí tratados, provocará en más de alguno de ustedes cierto sentimiento de desdicha y desilusión. Sinceramente les pido perdón por provocar tales emociones, pero es menester que de una vez por todas sepan la verdad, para que comiencen a vivir conforme a lo que realmente les corresponde hacer. ¿Y que nos corresponde hacer? Preguntarán ustedes como ovejas perdidas que no encuentran a su pastor. Y justamente de eso se trata. Al darse cuenta de que el pastor no es tal, las ovejas quedan en posesión de su albedrío, y pueden hacer lo que mejor les parezca. Ese es el llamado: ¡disfrutad! porque el banquete se va a acabar, y aquellos de ustedes que no alcancen a comer no tendrán una segunda oportunidad.

Sé sin embargo, que a pesar de que alguno siguiera al pie de la letra mi llamado, subyacería un extraño sentimiento, como si el regalo de su libertad fuera realmente una maldición, porque se dan cuenta de que sin importar lo que hagan, jamás la estarán utilizando como debieran. No se qué puedo decirles para que puedan sobrellevar esta sensación. Porque esa nube oscura y ese frío estremecedor, también yo lo siento, recuerden que después de todo que los he hecho a imagen y semejanza mía…”